Conferencia: "La vida como estudiante"-
Felicidades por la graduación. Para cada uno de ustedes una puerta se cierra y muchas se abren. Durante estos años han hecho un sacrificio de tiempo y recursos y ahora esperan recibir los frutos de ese esfuerzo. Esa es la visión tradicional con la cual muchas generaciones desde la edad media han visto este acto de colación, este momento en el cual se le entregan las credenciales que certifican con el aval de la sociedad las competencias que han adquirido durante vuestra formación. Es la creencia de que han realmente cambiado de etapa y que han dejado atrás definitivamente a la educación para adentrarse en el mundo del trabajo. Que han pasado los muchos años de formación, como mínimo 17 años, para posicionarse para el resto de sus vidas en el ejercicio de esta nueva profesión que hoy han adquirido y que inclusive se expresa en las siglas de la carrera que como una huella indeleble en sus vidas le acompañará antes mismo que sus nombres propios.
Es necesario revisar lo que han realmente hecho ustedes durante estos años en las aulas y en los estudios personales. Ustedes han invertido en ustedes mismos, han invertido en capital humano, han desarrollado competencias y conocimientos que antes carecían. Son saberes que les van a permitir una productividad mayor, una comprensión de las actividades y trabajos referidos a algún campo disciplinario. Han adquirido algunos saberes que son necesarios en el mundo del trabajo y de la vida social y la propia sociedad les ha conferido el monopolio de su ejercicio en este acto y que inclusive cuenta con la presencia de la Secretaria de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología, la Dra. Ligia Amado Melo de Cardona como expresión de esta dignidad que ustedes adquieren. Ha sido una inversión en capital social y en capital humano que les beneficia tanto a la sociedad como a ustedes ya que les permitirá realizar un conjunto de actividades con el conocimiento que han adquirido, tener una mayor productividad del trabajo y por ende salarios superiores y permitir a la sociedad encarar actividades para las cuales se requieren capacidades y destrezas especializadas. En el caso de República Dominicana han salido del grupo de 332 mil estudiantes universitarios para ingresar al también significativo, pero más selecto, grupo de profesionales universitarios de más o menos esa misma cantidad de personas.
Ahora ingresaran en el mercado de trabajo. Hoy mismo cada uno de ustedes mirará el periódico para ver si existe un puesto, llevará a sus empresas el certificado para solicitar una mejoría económica, empezará a pensar que empresa o actividad independiente puede iniciar. Comenzará a proyectar un nuevo escenario. Tendrá que visualizar su futurible. De las infinitas posibilidades de futuros de vida, de recorridos laborales, comenzará a tomar decisiones y selecciones. Pensará que las opciones son muchas y que todas auguraran maravillosos horizontes. Sin embargo pronto todos descubrirán, si no lo han hecho ya, que la universidad no garantiza un trabajo, que no siempre existe un puesto laboral esperándolos, que los mercados laborales son altamente competitivos, que las exigencias de trabajo superan vuestras capacidades adquiridas en los estudios, que la creciente complejidad de los saberes no siempre se ajusta a vuestras posibilidades mismas de entenderlos realmente. Descubrirán que lo que no saben llena un océano de profundidad y que como decía Sófocles solo saben que no saben nada.
Este choque con los mercados laborales para muchos tardará varios meses en ser asumido. Estarán muchos varios meses llevando sus currículos y sus certificados ante potenciales empleadores, de pensar en iniciar actividades profesionales, de gastar sus agendas y familiares para encontrar opciones de ejercicio de ese conocimiento que hoy tienen.
Verificarán que los mercados laborales son competitivos y que requieren competencias superiores. Para algunos puestos les dirán que están sobre calificados y para otros que no tienen las calificaciones necesarias. En algunos casos les quitarán los puestos de trabajo o las actividades a personas que con menos competencias que las de ustedes estarán insertos desde hace tiempo en esos mercados laborales pero que no han hecho los esfuerzos para capacitarse. Los empresarios en algunos casos preferirán a los mismos salarios sacar a las personas con menos estudios y más experiencia, por personas con menos experiencia pero más conocimientos de un campo disciplinario.
Verificarán también que no existen los puestos de trabajo que ustedes esperaban que hubiera y para lo que ustedes estudiaron. Verificarán que ustedes están compitiendo entre ustedes mismos con las mismas herramientas. Hay una enorme posibilidad que en una graduación en República Dominicana más del 70 % de los graduados sean de las áreas de derecho, educación y administración. Tantas como la probabilidad de que el 70% sea también mujer. Descubrirán pronto que las competencias que adquirieron no son suficientes para insertarse significativamente en los mercados de trabajo en términos de altos ingresos monetarios.
Y mirarán de nuevo hacia atrás a la educación que ustedes asumieron. Sufrirán cuando algún conocimiento técnico no lo hallan estudiado con rigurosidad, recordarán aquella vez que pensaron estudiar idiomas o informática y no lo hicieron, aquel seminario adicional optativo que finalmente decidieron no realizar. Pero más que esto, descubrirán muchos de ustedes, y ojala que puedan ser todos, que los conocimientos que adquirieron son apenas los conocimientos básicos de un campo disciplinarios, que en cada carrera universitaria que escogieron a nivel del grado solo están los conocimientos mínimos, y que además ellos muy rápidamente tienden a su desactualización.
Ya no será simplemente el problema de la retención y de cómo se van borrando los conocimientos en función de las diversas dinámicas de enseñanza-aprendizaje. Sabemos hoy que de una clase dictada a los tres meses apenas se recuerda el 5% sino se ha estudiado, discutido, hablado y escrito sobre esa información recibido.Y aún así la retención no pasa del 30% dependiendo de las pedagogías. El problema mayor aún será que lo poco que se recuerde está en rápido proceso de desactualización. Hay un cambio en la duración de los saberes como parte de estar ingresando a una nueva sociedad del conocimiento
Cada uno de nosotros somos protagonistas de un cambio civilizatorio, dado por el pasaje de las viejas sociedades industriales a las nuevas sociedades contemporáneas. Si bien estamos aún en los inicios de este proceso, más de 75 autores han ido teorizando la aparición de una nueva fase de la historia caracterizada por una sociedad que crece motorizada por el conocimiento. Cada uno la llama de una forma distinta: como sociedad de la información, del conocimiento, tecnotrónica, infocapitalismo, capitalismo tardía, postindustrial, en red, digital, etc., pero todas son parte de una reflexión que intenta analizar las bases de un nuevo momento societario. Todos coinciden en que el nuevo escenario se basa en la irrupción de nuevas tecnologías, fundamentalmente de información y comunicación como la microelectrónica y que está determinando que la creación de valor sea cada vez más derivada de la introducción de conocimientos aplicados en las funciones de producción tradicionales.
Tal proceso de expansión de nuevas fuerzas productivas se ha comenzado a generalizar hacia la totalidad de la sociedad, impulsando cambios significativos en todos los ámbitos. Con más o menos intensidad, la digitalización y la globalización están impactando en nuestros modelos de sociedad y sin lugar a dudas también en la educación y en las instituciones educativas. En tanto además los procesos de innovación contienen fuertes cargas de creación destructivas, se producen complejos procesos de tensiones sociales con la aparición de nuevas modalidades sociales y de trabajo. Estamos cada vez más dentro de una sociedad que compite a escala global a través de la innovación, las invenciones y los descubrimientos patentados y protegidos por una amplia batería de derechos intelectuales, a su vez está expandiendo exponencialmente el conocimiento. Y ello requiere de trabajadores altamente capacitados para gestionar esos saberes, lo cual requiere de estudios de especialización a nivel de postgrado obligatoriamente. En las últimas décadas, el volumen de conocimientos medidos en los distintos campos disciplinarios, en las ediciones de nuevos títulos, en las publicaciones indexadas, en las teorías o axiomas de cada campo de saber, crece a dimensiones muy superiores a los pasados históricos y a tasas tan enormes que se torna casi imposible de fijar ese amplio proceso de creación de saberes.
Es una renovación galáctica de conocimientos que impone a su vez una enorme obsolescencia de conocimientos previos. Aunque en menor proporción en los conocimiento básicos, casi todo lo que estudiamos muy rápidamente se desactualiza. Cambian los paradigmas, nacen nuevas disciplinas, se expanden ámbitos de especialización ya no sólo disciplinarios como interdisciplinarios, multidisciplinarios y transdisciplinarios.
Asociado con esa desactualización, las estadísticas muestran claramente que las personas que no reactualizan sus competencias con cursos cortos como de las que no realizan estudios de especialización de todo el ciclo de postgrado, tienden a tener menor productividad que antes y a ver decaer también sus remuneraciones salariales con el tiempo. Así como el capital dinero se deprecia por la inflación, y la tierra se desgasta en su propio uso y necesita abonos y fertilizantes y rotación, también el capital humano se deteriora y se deprecia, no sólo por el deterioro neuronal, sino fundamentalmente por la renovación de los conocimientos que torna obsoleto a los conocimientos anteriores. Es un nuevo escenario que cambia la vida de todos en las nuevas sociedades del conocimiento. O actualizan sus saberes o simplemente deberán competir con nuevos egresados universitarios, que como ustedes hoy, ingresen a los mercados con la fuerza y los conocimientos más actualizados y también dispuestos a sacrificios.
Esta revolución de los saberes promovida por la economía global basada en la aplicación productiva de nuevos saberes protegidos, está impactando en la educación en tanto ámbito de organización de los saberes, instrumento de formación para ejercer actividades laborales y modalidad de transmisión de valores y competencias. El impacto es en todas direcciones, pero fundamentalmente apunta a la creación de una nueva educación acorde con la sociedad del conocimiento, dada por un incremento y una diversificación de las demandas de saberes, por la aparición de nuevas modalidades institucionales de creación y de transferencia de saberes, por el cambio en los espacios geográficos de las instituciones que se hacen globales, por el grado de flexibilización y mercantilización de las nuevas modalidades institucionales, así como por las exigencias de calidad y de un currículo moderno y en permanente actualización a las nuevas realidades de saberes y de la producción.
Varias son las bases de la constitución de esta nueva educación de la creciente sociedad del conocimiento. Entre ellas destacan:
1). La educación permanente como ámbito de actualización permanente de saberes y destrezas dada la rápida y enorme dinámica de la renovación y obsolescencia de conocimiento que producen los altos recursos humanos y financieros dedicados a la investigación y la velocidad que tienen los mercados laborales de transformación en condiciones de alta competencia global.
2). Los postgrados como ciclo de organización de los nuevos saberes derivado de la expansión de los conocimientos y de su mayor nivel de complejidad, profundidad, integración y especialización disciplinarias. No es esto simplemente un curso de especialización posterior al grado, es mucho más, es todo un nuevo ciclo educativo que refiere a los conocimientos y las competencias y destrezas que requieren las empresas y las actividades insertas en la economía global.
3). La educación sin fronteras como expresión de la internacionalización del currículo, el multilinguismo, los cambios en los aprendizajes hacia pedagogías constructivistas, escenarios de praxis y aprendizajes comparativos internacionales. La movilidad académica, las pertinencias globales y el desarrollo de disciplinas sistémicas globales que facilitan además la aparición de nuevos proveedores internacionales. El grado mide los saberes y las demandas de las empresas y actividades del siglo XX, el postgrado expresa los conocimientos y las competencias del siglo XXI.
4). La educación en red como derivación de las nuevas tecnologías que además permiten los aprendizajes individualizados de la educación virtual y que sientan las bases de nuevas pedagogías y el uso de modelos de simulación y aprendizajes no lineales basados en el hipertexto y en los escenarios globales de la convergencia digital.
Es este escenario en gestación violenta ustedes encontraran cada vez más en los mercados laborales. El de la expansión del conocimiento y de la complejización creciente de los procesos productivos, el de una creciente competencia por la presencia de miles de egresados universitarios derivado de la masificación estudiantil.
En el ciclo que ustedes han terminado en esta Universidad del Caribe que los acogió ustedes desarrollaron una de las más importantes competencias de la educación del futuro. El autoestudio, la educación a distancia, la capacidad de aprender. La rígida aula, el currículo tubo, la enseñanza lineal, la tiza y el pizarrón son parte del pasado. Hoy el mundo está en una transición hacia la educación virtual, como el mecanismo para actualizar permanentemente saberes, como instrumentos para la realización de estudios especializados que se carecen los países, como el mecanismo de crecimiento personal de todos ustedes en la sociedad global del conocimiento. Deben aprovecharlo. El que tengan suerte en vuestras vidas, estará también asociado a que regresen a las aulas universitarias, ya que desde ahora ser estudiantes no es una etapa de la vida, es un desafío para el resto de nuestra vida con nosotros mismos y con nuestras sociedades. Hoy nuestra vida es ser estudiantes.
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