viernes, 9 de enero de 2009

"La planificación estratégica para construir los sistemas universitarios"

Prologo del libro "Categorías para la comprensión de la planificación universitaria en Venezuela" de Andrés Aular Lopez (Universidad Nacional Experimental Simón Rodriguez, Caracas, 2008)

"El impulso a la planificación educativa fue el eje en los años sesenta del accionar de las políticas públicas en el sector de educación. Ella se focalizó fundamentalmente en la educación básica y media donde el peso del Estado era mayor y donde la dependencia de los organismos ministeriales era más significativa. La gran expansión de la matrícula de esos sectores en aquella época y el peso del Estado fue el sustrato de esa planificación. Tales concepciones sin embargo permearon muy poco en el sector universitario, dado el grado de autonomía de las universidades en casi todos los países de la región y su carácter monopólico u oligopólico, la todavía lenta expansión matricular y la casi inexistencia de un sector privado o no autónomo terciario. La alta dependencia de los recursos públicos tornaba a la planificación también altamente fútil, ya que las instituciones universitarias se ajustaban a las transferencias de recursos públicos ya que se basaban en modelo de gratuidad.

Asociado a la caída de las concepciones intelectuales que asignaban a la planificación la capacidad de fijar los parámetros del desarrollo, del propio fracaso de los planes y a la expansión de dinámicas de mercado, se fue reduciendo paulatinamente el interés en la planificación en general y también de la educativa. A nivel general se promovieron nuevas concepciones sobre la planificación situacional y sobre la planificación estratégica, pero a nivel educativo los desarrollos y las políticas parecieron desarrollarse sobre caminos más casuísticos y con un creciente peso de regulaciones de mercado. La gestión de las universidades no se basaban en la planificación, sino que ellas se habían orientado hacia dinámicas políticas de corto plazo para responder a los problemas de la coyuntura, dinámicas políticas de corto plazo para responder a las crecientes demandas y complejidades.

Sin embargo, el Estado y el mercado promovieron la desaparición de las tradicionales condiciones de monopolios autónomos, la aparición de una alta diferenciación institucional (expansión de la educación pública, de la educación superior privada, de las instituciones no universitaria y de la educación superior a distancia), todo lo cual sentó las bases de un nuevo escenario de la educación superior, de carácter sistémico y sobre la base de una alta diferenciación de niveles de calidad y de misiones institucionales que conformaron verdaderos sistemas universitarios y sobre los cuales el Estado comenzó a tener una creciente injerencia regulatoria.

Así, la diferenciación institucional y la creación de sistemas de educación superior en toda la región comenzó a plantear demandas sobre los organismos de planificación nacionales en relación a los procesos de visualización de desarrollos futuros de la demanda y de la oferta de profesionales universitarios. Igualmente para las propias instituciones, los escenarios competitivos en términos de mercado, la creciente expansión de los conocimientos y la necesidad de especializarse, la complejización de los procesos de enseñanza y de gestión y por ende el establecimiento de más claros y precisos modelos de gestión y de modelos educativos, también fueron incentivando la necesidad de una gestión bajo escenarios planificados y previsibles.

Bien podríamos agregar que en relación a los mercados laborales de profesionales, las sociedades latinoamericanos también han comenzado a visualizar la existencia de niveles de desempleo de profesionales que comienzan a plantear la problemática de una oferta de profesionales sin pertinencia o en exceso en función de mercados laborales son tendencia a la sobreoferta de profesionales dada la creciente presencia de una oferta privada basada en una publicidad muchas veces engañosa de las oportunidades laborales. Ello se ha constado muy fuertemente en las áreas de formación de docentes que han inclusive han derivado en el establecimiento de controles públicos tanto a la oferta pública como privada.

Pero además, la construcción de verdaderos sistemas universitarios ha planteado problemas de calidad, de equidad y de ausencia de estándares básicos de funcionamiento de las instituciones que han derivado en el desarrollo de políticas públicas de regulación, y al desarrollo de instrumentos de planificación pública de la educación superior. Es este sin duda un proceso no exento de tensiones asociadas a la creciente desautonomización de las instituciones terciarias y por ende a la necesidad de concebir procesos de planificación sobre la vía de procesos colectivos y en condiciones de libertad de mercado y de autonomía pública, que sin duda introduce fuertes cambios en las concepciones actuales de la planificación de la educación superior.

Una de las patas de la nueva panacea para el desarrollo de las organizaciones educativas y para regular sus estrategias, se focalizó en el establecimiento de controles públicos de calidad y en estrategias de mejoramiento. Este nudo se ha expresado tanto en la creación de sistemas de aseguramiento de la calidad en toda la región, como en el desarrollo de órganos públicos de fiscalización y control. Ellos también incentivan el regreso (o el ingreso definitivo) de la planificación de la educación superior, esta vez, no como ejes posibles del desarrollo autónomo de las instituciones, sino como instrumentos de la política pública para regular los complejos, diversos y competitivos sistemas de educación superior, en el marco de objetivos de calidad, cobertura y equidad. Así, en materia educativa, se tendió a un nuevo escenario dado primero por el creciente rol regulador del estado evaluador y actualmente por una mayor intensidad del estado planificador de la educación superior sobre la base de la construcción de consensos entre los diversos actores.
Asociado a ello, en muchos de los países de la región desde la década del 90 se han ido creando consejos de educación superior que reunen a todos los actores y propenden al establecimiento de parámetros de política pública y orientaciones estratégicas compartidas. La planificación universitaria esta así en la agenda política y educativa de los países.

Si bien tradicionalmente algunas universidades habían focalizado procesos de planificación sobre la base de indicadores físicos, financieros y estadísticos asociados a la cobertura, hoy, los contextos más mercantiles, altamente diferenciados, y de las exigencias de calidad derivadas de la complejizaciones productivas han planteado también un cambio en esos paradigmas evaluativos, que no se apoyaban en indicadores de calidad. Hoy, los nuevos escenarios ponen a diferencia en acento en la calidad en el marco de la planificación universitaria. Los objetivos físicos o de cobertura están sujetos a variables de calidad, o inclusive de equidad, cambiando los nortes de la tradicional planificación.

La conformación de verdaderos sistemas universitarias a través de la creciente diferenciación institucional verificó que no alcanzaba con el establecimiento de procedimientos de aseguramiento de la calidad a las instituciones de educación superior, sino que ante la creciente diferenciación de niveles de calidad, de instituciones, de campos disciplinarios, de modalidades pedagógicas, de niveles educativos, así como la creciente competencia económica entre las instituciones, se comenzaba a requerir tanto el establecimiento de estándares básicos o mínimos de calidad, así como el regreso de concepciones centradas en la planificación educativa, pero ahora focalizadas en la educación superior.

En este sentido, este libro llega en una buena circunstancia, ya que nos presenta un riguroso y diferenciado conjunto de los instrumento para llevar adelante la planificación universitaria. Al analizar y desarrollar las diversas categorías de la planificación universitaria, articula los diversos instrumentos para llevar a cabo este proceso que es hoy no sólo un requisito para funcionar en escenarios de incertidumbre y complejidad, sino como ejes en los escenarios de la competencia entre instituciones, la globalización de los saberes y de los campos disciplinarios. Ya ha pasado el tiempo de modelos educativos y organizacionales pocos diferenciados y de baja complejidad. El contexto de la sociedad del conocimiento, la expansión de las tecnologías de la comunicación y de los saberes, torna imprescindible pensar prospectivamente y actuar estratégicamente. Como mapa de ruta para guiarnos en estos escenarios es muy útil, eficiente y necesario este libro del Dr. Aular Lopéz que recomiendo ampliamente para que cuando cada nueva autoridad a todos los niveles de la educación superior encare su gestión y piense en introducir cambios, se dote de instrumentos y categorías para su ejecución."

Ec. Claudio Rama (Dr)
Director
Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) (2001-2006)