La Asamblea Nacional de Rector (ANR) de Perú, a través de su presidente Iván Rodríguez, tuvo la amabilidad de editar el segundo tomo de la investigacion de las tendencias sobre la educación superior en América Latina y el Caribe en el siglo XXI. Parte de esta investigación fue desarrolada en el marco del Programa de Formación de Especialistas en Calidad Universitaria de la Dirección General de Investigación y Acreditación Universitaria de la Asamblea Nacional de Rectores donde tuve a mi cargo el Módulo: “Tendencias de los procesos académicos en América Latina” que ha dictado en la ANR en Lima, en la Universidad Nacional de Trujillo, en la Universidad de los Angeles de Chiclayo y en la Universidad de San Agustín de Arequipa en el 2007 y 2008. La presente investigación además tuvo el apoyo de un fellowship por parte de la Fulbright New Century Scholar (2007-2008).
Introducción:
Macrotendencias y Macrotensiones
Una segunda rama de papel sobre los futuros posibles, una continuación formal de las primeras páginas publicadas bajo el mismo título por la Asamblea Nacional de Rectores en marzo del 2008 correspondiente al primer volumen de una investigación que busca ver el presente y otear el porvenir de la educación superior en la región. Este volumen se entremezcla y articula con aquél en múltiples dimensiones en tanto partes del mismo estudio.
El estudio global analiza las dinámicas presentes y los desarrollos tendenciales de los sistemas de educación superior en la región, mostrando sus características, sus fuerzas y las resistencias que se generan en el marco de la transformación que esas tendencias van perfilando en nuestros sistemas de educación superior. Los impulsos dinámicos y las decanas de tendencias en curso, se agrupan en total en 6 macrotendencias, las cuales a la vez se constituyen en ejes de las diversas macrotensiones políticas que atraviesan la actual, y también futura, vida universitaria en la región. Entre esas macrotendencias y las macrotensiones que se derivan de ellas que analizamos en este segundo tomo, y que hemos iniciado en el volumen anterior, nos referimos al proceso de des-elitización de la educación superior (derivado de la tendencia a masificación de la cobertura, la tendencia a la feminización de la matricula y la tendencia a la diferenciación de los accesos); a la tendencia a la des-homogenización de la educación superior (derivado de la tendencia a la diferenciación institucional, de la tendencia a la fragmentación institucional, a la complejización de las universidades, y de la tendencia a la flexibilización de las estructuras curriculares), a la creciente des-autonomización (derivado de la tendencia a las regulaciones gubernamentales, del establecimiento de sistemas de aseguramiento de la calidad, y de la creación de nuevas regulaciones internacionales asociadas a la globalización y a una dinámica sistémica de la educación superior); a una lenta des-nacionalización de los sistemas terciarios (derivado de la tendencia a la internacionalización de la educación superior, de las nuevas oportunidades educativas con la globalización, de la postgraduarización como un nivel educativo global asociado a la sociedad del conocimiento, y de la acreditación internacional como mecanismo de mayor valorización educativa expresada en acuerdos internacionales, convergencia de los estándares y expansión de agentes acreditadores globales); a un nuevo paradigma educativo a través de la des-presencialización (derivado de la tendencia a la transformación de las industrias culturales en industrias educativas con la digitalización y de la tendencia a la virtualización de la educación superior); y al complejo y conflictivo proceso de des-gratuitarización de la educación superior (resultado de la tendencia a la privatización, de la mercantilización de educación superior y de la presión vinculada a la diversificación de las fuentes de financiamiento público, así como de la creciente propietarización de la investigación).
Estas tendencias, constituyen fuerzas que impactan en múltiples dimensiones e impulsan las amplias transformaciones universitarias en curso, y que también se constituyen en los nudos políticos problemáticos en América Latina en cada uno de los sistemas terciarios nacionales con sus propias especificidades, pero que sin embargo tienden a converger a nivel regional en dinámicas compartidas. Más aún, tal vez, son procesos que atraviesan a todas las regiones del mundo y que se conforman como los ejes globales contemporáneos de la nueva educación superior en la sociedad del conocimiento. Tales tendencias que marcan los ejes de las transformaciones en curso, son al mismo tiempo los motores de múltiples tensiones políticas y de los conflictos académicos e institucionales derivados del pasaje de la educación superior desde los marcos de funcionamiento anteriores hacia nuevas arquitecturas con complejas dinámicas políticas y reingenierías y reformas organizacionales. En este sentido se están desarrollando diversas transiciones por parte de las universidades y de los sistemas de educación superior, pero que sin embargo tienden a converger en los ejes que hemos iluminado en la presente investigación. Entendemos por transición el proceso mediante (y durante) el cual determinadas reglas de juego son transformadas como resultado de múltiples impulsos sociales, tecnológicos, económicos o políticos, hasta producir un nuevo orden y una nueva forma de funcionamiento de los sistemas de educación superior, y que incide en la capacidad decisoria y en las prácticas de los diversos actores de la vida universitaria.
La transición se percibe como un contexto estratégico, con la presencia de diversas opciones, de difícil predictibilidad sobre el comportamiento de los actores. La transición se constituye como un tiempo regido por la acción asociada a la definición e instrumentación de nuevas reglas de funcionamiento institucionales, y cuya acción se desarrolla en un marco normativo e institucional débil y limitado, y por el desarrollo de nuevas articulaciones sociales, académicas y normativas que van incentivando y desarrollando los ejes que facilitan la instrumentación de los cambios tendenciales o su resistencia. En este proceso, el comportamiento de los actores políticos, económicos y académicos, se ha mostrado como una de las dimensiones relevantes para la instrumentación de los procesos de transición a través de grupos altamente politizados como son los ámbitos universitarios, y por el nuevo contexto de la conformación de la sociedad del conocimiento. Sin embargo, más allá de las orientaciones tendenciales, la transición tiende a estar condicionada por la acción de los diversos actores políticamente significativos de los procesos de creación y transmisión de saberes y del propio entorno universitario.
La transición no es un proceso uniforme sino que derivadado de las tensiones que se generan, y en el cual se imponen múltiples y continuos cambios de dirección y entonación de las políticas para imponer o restringir el pasaje de una forma de organización de los sistemas de educación superior a escala global, de sus fines y cometidos y de la distribución del poder entre los diversos actores e instituciones, hacia una nueva y distinta articulación institucional en el cual distintos actores actúan y que imponen y promueven modalidades de asignación y distribución del poder diferenciadas a las anteriormente existentes.
La transición tiene en este sentido un alto grado de indeterminación de las acciones políticas de los actores, en tanto que son parte de un proceso de redefinición y de reingenierías mismas de las instituciones. Es un tiempo de incertidumbre que no permite claramente definir de antemano las estrategias y los comportamientos de los actores involucrados y que constituirán los nuevos escenarios y los nuevos futuribles. Hemos utilizados los neologismos (des) – algunos inclusive difícil de pronunciar como la des-gratuitarización - para indicar lo que está cambiando en la educación superior, por sus propias fuerzas, así como por la derivadas de los cambios en un mundo que está nuevamente en el centro de una revolución tecnológica marcada por la microelectrónica y la programación informática, con nuevos productos e industrias que sacuden todos los cimientos y también la educación en el marco de la lenta construcción de nuevos modelos de acumulación de capitales de carácter global basados en el uso intensivo de conocimientos.
Sobre los ejes de la prospectiva tendencial y de como se entremezclen y estructuren en cada país la tendencia a la masificación de la cobertura con su respectiva tensión política asociada al proceso de des-elitización de la educación superior, la tendencia a las regulaciones con su tensión derivada del proceso de des-autonomización de la educación superior; de las formas que asuma la tendencia a la diferenciación y de las tensiones derivadas de esa des-homogenización de la educación superior; del desarrollo de la creciente mercantilizacion y de como en cada país se desarrollen las complejas tensiones del proceso de des-gratuitarización de la educación superior; así como de la tendencia a la internacionalización y de la tensión que se genera a partir de la des-nacionalización de los sistemas de educación superior, y de la creciente virtualización de las prácticas educativas y la tensión que se deriva socialmente del nuevo paradigma que implica la des-presencialización de la educación superior, se está construyendo la educación superior del siglo XXI en América Latina.
Agradezco al Presidente de la ANR y amigo, Dr. Iván Rodríguez, la presente publicación, quién dispuso la edición de este segundo y último volumen con el cual se cierra y completa la investigación sobre las tendencias y la prospectiva universitaria. En el primer volumen puse una larga lista de deudores intelectuales del trabajo a la cual me remito con igual intensidad. Quisiera solamente repetir a la ANR en cabeza de sus autoridades y colaboradores y especialmente en los amigos Luís Piscoya y Doris Maravi que en distinta dimensión han facilitado e incentivado este segundo tomo
Montevideo, enero 13, 2009