sábado, 26 de abril de 2008

Postgrados a ambas orillas del Plata

Agusto Perez Lindo (al centro) dirije la Maestría en Gestión Universitaria del Mercosur en la Universidad Lomas de Zamora de Argentina y Enrique Martinez Larrechea (a la izquierda), el Programa de Estudios Avanzados de la Universidad de la Empresa en Uruguay (Maestría y Doctorado en Educación). En las dos orillas del Plata se desarrollan estas iniciativas de formación en el marco de redes de trabajo y colaboración que son características crecientes en este mundo global. Con ambos tengo el honor de colaborar en el dictado de cursos y ayer de departir en una cena en Buenos Aires y oportunidad para charlar sobre los procesos también compartidos de contrucción de regulaciones de evaluación y acreditación en el entorno regional.

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lunes, 21 de abril de 2008

UNIVERSIDADES (4): Mercantilización y desgratuitarización

Artículo publicado en el diario El Nacional (Venezuela)
21 de abril del 2008

Una tendencia de la educación superior, esta dada por la tensión entre la incapacidad de poder financiar todas las demandas educativas de calidad a partir del gasto público. La masificación de la educación superior y la sociedad del conocimiento que exige calidad tienen como correlato un incremento de los costos de la educación que sientan las bases de la mercantilización e incentivan la desgratuitarización de la educación superior en el continente.
Está naciendo una nueva estrategia de sobrevivencia de los hogares en la sociedad del conocimiento por el cual las familias promueven el ingreso de sus hijos a la educación. Se han abandonado las históricas iniciativas de mandar un hijo a la iglesia o al ejército, de emigrar, de cambiar el campo por la ciudad, de hacer política por un empleo público, de aumentar las horas de trabajo y de incorporar la mujer al trabajo. Sin duda, el robo es una forma de redistribución social, pero la educación es menos riesgosa y de más largo plazo, y los niveles de salarios y desempleo verifican su eficacia como instrumento de movilidad social. Los estudios de la tasa interna de retorno muestran claramente la rentabilidad de la educación superior, y crecientemente se amplían más los niveles de remuneraciones en función de los niveles de escolarización de las personas y de la calidad de sus instituciones.
Cómo financiar la educación es la clave de la política pública. En América Latina esa contradicción se resolvió a través de pruebas selectivas para restringir el acceso a la gratuidad. Para los que perdían, la opción es educación privada o institutos no universitarios de baja calidad. El acceso a bienes gratuitos se resolvió en la competencia académica. Así la educación privada se expandió además con nuevas ofertas, más flexibles y con nuevas pedagogías. El escenario fue dual. Gratuidad para unos, acceso pagante para los otros.
El mundo resolvió esta contradicción entre recursos escasos y necesidades infinitas de múltiples formas. En Europa ahora todos pagan un poco en las instituciones públicas, y no crecieron las instituciones privadas. En los ex países socialistas se resolvió por la vía de que quienes no aprueban los exámenes de ingreso, deben pagar en las mismas instituciones públicas donde tienen gratuidad los que aprobaron, y que con esos recursos incentivan salarios a los mismos docentes. En algunos países de Asia la educación es toda privada pero las familias de bajos ingresos reciben subsidios, al igual que los estudiantes de excelencia. En los países árabes no hay educación privada y las mujeres y los que no aprobaron los exámenes casi no tienen oportunidades en modelos de monopolio público con motivos histórico-religiosos. En otros países se reclama que cada persone reciba un voucher del Estado y que con esa plata igual para todos estudie o complemente sus estudios.
Todas son formas distintas y mercantiles de responder al problema. Pero el escenario de la mercantilización es mucho más amplio, y se asocia a la irrupción de una nueva economía a escala global que se impulsa en la innovación y en la investigación, que crece por la incorporación de capital humano de calidad en la acumulación de capitales. Ya en el mundo no compiten países ni empresas, sino universidades y sistemas de innovación. En este nuevo escenario de la sociedad del conocimiento, el saber se privatiza y se refuerza y globaliza el derecho de la propiedad intelectual, que no se reduce a los derechos de autor y las tradicionales patentes, sino que inclusive subyuga en la propiedad privada los descubrimientos como el del genoma e inclusive de la vida misma.
Es un escenario cargado de desafíos enormes y de riesgos. Sin duda es el mundo del poder de la información y del conocimiento como capital. Pero también puede ser el mundo que supere sociedades tradicionales donde el único capital de los hombres libres es la fuerza de trabajo y contribuir a que todos accedan. El desafío es aceptar un mundo que premie el valor del conocimiento. Nadie duda a pesar de todo que el infocapitalismo es mejor que el esclavismo.

Claudio Rama

domingo, 20 de abril de 2008

UNAH: La transición a la Universidad del Siglo XXI


Desde el mes de enero he estado realizando una asistencia técnica a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Institución con más de 164 años, la UNAH está inserta en un amplio y complejo proceso de Reformas Universitarias, como derivación de una nueva Ley Orgánica de la UNAH que introdujo fuertes cambios y creo una Comisión de Transición para llevarlos adelante. Nunca ha estado tan bien puesto el nombre de "Transición" que en este caso. Nunca ha estado tal claramente delimitada la Reforma Universitaria. La etapa de la Transición y la propia Reforma Universitaria remite al complejo proceso político de pasaje desde una situación a otra: de una universidad política a una universidad de calidad, de una institución sin evaluación a una que se base en la evaluación, de una universidad con 50% de representación estudiantil a una con 33%, de una universidad donde los cargos eran por elección a una donde se basan en concursos competitivos de calidad, de una universidad con ingreso abierto a una con selección dada por una prueba de aptitud académica, de una universidad autárquica en la gestión de sus unidades académicas a una basada en redes, de una universidad sin sistemas informáticos a una donde desde la inscripción hasta el registro de las notas se hacen por Internet, de una universidad sin investigación a uno donde se han creado nuevos institutos de investigación y se han creado fondos para su financiamiento en base a competencia académica. Ha sido una experiencia muy interesante para poder ver en marcha una compleja reingeniería académica y haber podido colaborar y aprender de esa enorme masa de académicos y autoridades trabajando con la construcción de una universidad para el siglo XXI y para ayudar al desarrollo de Honduras. En la foto, el 17 de abril trabajando con el Presidente de la Comisión de Transición, el Dr. Jorge Haddad, y la Vicerrectora Académica, la Dra. Rutilia Calderón.
La Transición tiene como centro el sortear las múltiples resistencias a los cambios promovidas por aquellos que han permitido los beneficios que tenían bajo la lógica anterior. El entramado político y sindical que en nuestras universidades detienen los cambios y han casi imposibilitado en muchos países permitir la realización de la Tercera Reforma Universitaria que sobre la base de la calidad, la evaluación, la incorporación de TIC, la expansión de los postgrados y la investigación ayude a nuestros países a enfrentar los desafíos de la sociedad global del conocimiento. En este caso, lo maravillo es ver los logros, que sí se puede.

martes, 15 de abril de 2008

UNIVERSIDADES (2): Regulación - Desautonomización

Artículo Publicado en El Nacional (Venezuela)
14 de abril 2008


La enorme expansión de la matrícula de la educación superior en los últimos treinta años ha estado acompañada por creciente niveles de regulación sobre las instituciones a partir de la creación de una diversidad de ámbitos y organismos reguladores. Ello ha derivado de la cantidad de estudiantes, la diferenciación de las instituciones universitarias, el rol del conocimiento y de las dificultades de la autorregulación. De pequeñas universidades monopólicas se ha pasado a complejos sistemas universitarios con miles de instituciones con roles y cometidos distintos con tal diversidad que han impuesto la necesidad, y la búsqueda, de formas de regulación eficientes.

Antes eran instituciones monopólicas con autonomía en la cual los Consejos Universitarios normaban y regulaban los títulos, las formas de ingreso y egreso de estudiantes y docentes, o las características del proceso de enseñanza y aprendizaje. Ahora se conformó una dinámica sistémica y diferenciada que lleva a la aparición de nuevas regulaciones, y que plantear un debate sobre los espacios de la libertad y de la autonomía. Es una discusión técnica y política, en medio del lento pasaje desde regulaciones académicas internas a las instituciones hacia regulaciones externas.

En los noventa con la expansión de las instituciones privadas, el mercado fue el elemento regulador de la educación superior y fijaba las ofertas y las demandas académicas, el salario de los docentes y las características de las instituciones en un marco de competencia y de libre mercado de cada una. Tal funcionamiento dejo fuertes huellas de calidad, desarticulación institucional, derroche de recursos y niveles competitivos que plantearon crecientes demandas regulatorias sobre la base de construir niveles de calidad, de pertinencia y de equidad en el largo plazo. Nacieron así nuevas formas de regulación con un rol central de los gobiernos que impusieron normas que fueron reduciendo la libertad de las instituciones privadas y la autonomía de instituciones públicas.

Dos modalidades asumió el proceso regulatorio: la gubernamental ejecutiva que tendió a fijar los estándares mínimos de funcionamiento y autorización de apertura de programas y carreras, y la académica sistémica de calidad a través de agencias de evaluación que eran dirigidas por cuerpos colectivos representativos de la sociedad y de los actores académicos. Entre la autonomía y la libertad se comenzó a construir una nueva arquitectura regulatoria en el marco de tendencias de largo plazo. Nuevos problemas nacieron: la homogenización de las formas educativas reduce la capacidad de innovación de las instituciones creando sistemas poco flexibles y no reconociendo que es en libertad donde se promueven las innovaciones. La academia es difícilmente regulable como campo de experimentación y de investigación e históricamente ha mostrado fuerzas centrípetas a su funcionamiento. La autonomía no es un invento. Igualmente, las incertidumbres sobre los desarrollos del conocimiento y los mercados laborales torna imposible desde cualquier ámbito burocrático visualizar los caminos disciplinarios y epistemológicos. La igualación de los mecanismos evaluativos no reconoce las diferenciaciones pedagógicas. Por otra parte, la ausencia de regulaciones tiende a generar niveles de dispersión de los currículos, instituciones, de la calidad, de las pertinencias o modalidades de aprendizaje que terminar afectando los sistemas de educación superior y construyendo una autarquía universitaria que deteriora las certificaciones y los propios mercados laborales.
En el nuevo contexto de la globalización está apareciendo una nueva regulación, esta vez internacional, ya que no se puede normar la educación virtual o los postgrados solo desde un país, ni los sistemas pueden estructurar educaciones incompatibles e incomparables.
Parece tenderse a sistemas regulatorios (universitarios, gubernamentales, sistémicos e internacionales) con una compleja y tensa interacción, pero donde cada uno tiene un rol fundamental en la construcción de sistemas universitarios. Construir este equilibrio regulatorio es la agenda de la universidad del siglo XXI.
Claudio Rama

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martes, 8 de abril de 2008

UNIVERSIDADES (1): Masificación - Deselitizacion

Artículo publicado en el diario El Nacional (Venezuela), 7 abril 2008


La más grande transformación de la educación superior es la masificación. Una tendencia que se produce a escala mundial y también en nuestra región. El siglo XX ha sido la centuria de la educación superior asociada a sociedades que cada vez más basadas en el uso intensivo de la materia gris, y remuneraciones salariales que premian el capital humano. Es el único camino hacia la solidad del conocimiento.
Pero del pasaje de los 225 estudiantes de 1950 a los 16,5 millones en el 2006 que en la región, no hay una simple expansión, sino un cambio sociológico radical. Este pasaje de la educación de castas a la educación de masas en la educación superior ha significado un cambio del perfil social de los protagonistas, de las instituciones y los circuitos de calidad. Desde fines de los sesenta comenzaron a entrar cada vez más capas medias a la educación universitaria. Desde fines de los setenta se vigorizó el proceso de feminización que ya ha alcanzando al 56% de la matricula regional. Desde los ochenta por su parte le ha tocado a los sectores medios trabajadores de cuello blanco que han poblado a los sistemas de terciarios de una educación nocturna y flexible, tanto pública como crecientemente privada. Para acomodarse a estas verdaderas revoluciones sociales las instituciones han promovido una multiplicidad de formas, pero muchas de ellas han reproducido una realidad dual, educación para castas y educación para elites. Educación cara de calidad y educación barata de baja calidad. La masificación se ha expresado en dos circuitos diferenciados de calidad. Ello ha estado disfrazado en cada país de la región en forma diferenciada: entre universidades públicas o privadas, con o sin fines de lucro, religiosas y seglares, universitarias o terciarias, a distancia o presenciales.
Sin duda, los exámenes de ingreso y las matrículas caras han sido los mecanismos que han propendido en toda la región a detener la masificación al interior de las instituciones para preservar sus niveles de calidad. Sin embargo al exterior de esas fortalezas de elite, las políticas públicas han favorecido la creación de una multiplicidad de nuevas instituciones pero sin los mismos niveles de recursos económicos y de libertad de investigación y por ende no han logrado construir los espacios de aprendizaje de calidad que reclaman las personas y una sana vida democrática de igualdad de oportunidades para todos.
Hoy hay nuevos reclamos de acceso que provienen de sectores tradicionalmente excluidos de la educación de calidad y que plantean nuevas demandas que complejizan aún más los problemas de la masificación. La región tiene 50 millones de indígenas. Tantos como personas con discapacidades. Para ambos casos, los problemas de accesibilidad a la educación superior requieren políticas preactivas de compensación ya que no pueden ingresar sólo por sus propios esfuerzos. No es inclusive un tema de acceso meramente.: la tasa de deserción de los estudiantes indígenas alcanza al 80%. Casi la misma que la de las personas con discapacidad, y muy superiores a las tasas medias del 40%. En estos sectores, como también los negros en muchos países, el problema sin embargo no es sólo el acceso, sino la permanencia y el egreso, ya que las instituciones los expulsan en su dinámica cotidiana.
Hasta aquí hemos logrado expandir la cobertura con una educación poco flexible, monocultural, generalista, con las mismas carreras y metodologías y con crecientes brechas de calidad. En los nuevos contextos para realmente permitir el acceso de todos a una educación superior de calidad para todos se necesita profundizar los sistemas de aseguramiento de la calidad, una educación individualizada y diferenciada abierta a las diversidades y al mundo. Por encima de todo, la masificación deberá tener calidad, lo cual implica los mismos recursos que los tienen las instituciones de calidad. Sin eso, la masificación de la educación no se traducirá en una deselitización de la educación superior. Y como los recursos son finitos, ¿no será tiempo de pensar si los que tienen recursos no deberían aportar a la educación?
Claudio Rama

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domingo, 6 de abril de 2008

Seminario de Administracion del Conocimiento - Instituto Pedagógico Nacional

En este año la Instituto Pedagógico Nacional organizará una serie de videoconferencia de un Seminario de Administración de Conocimiento. En la lista anexa se visualizan los diversos temas, fechas y autores, de este ciclo abierto. En mayo me corresponderá presentar una visión sobre las resistencias y las dificultades al interior de nuestros sistemas de educación superior para llevar adelante los desafíos de construir universidades pertinentes en la sociedad del conocimiento. Los conceptos que serán los ejes de esa videoconferencia giraràn sobre los problemas de la transición desde el ángulo de la política universitaria y los problemas de los paradigmas y los problemas de gobernabilidad, y las modalidades que asumen las reingenierías tecnológicas y organizacionales